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La protagonista de esta semana es Christine Giles, maestra de jardín de infancia en la escuela primaria Edgemont. Christine fue una antigua alumna de Provo y recuerda cómo observaba y admiraba a sus profesores. Enseña porque disfruta ayudando a los niños a descubrir y desarrollar sus capacidades naturales. He aquí lo que Christine escribió sobre sus razones para enseñar:

Por qué enseño...

por Christine Giles

Nací para enseñar. No puedo ignorar el profundo deseo que tengo de motivar, animar e inspirar a las mentes jóvenes. Este deseo me ha atraído a las aulas, donde me siento como en casa.

Me encanta aprender. Cada día aprendo algo nuevo. Aprendo de las diversas capacidades y perspectivas de mis alumnos. Aprendo nuevos métodos de enseñanza, gestión del aula y planes de estudios de mis experimentados colegas. El aprendizaje diario mantiene mi mente activa y fuerte. (El ensayo continúa debajo del vídeo.)

Siento una sensación de logro cada día. El mejor momento como profesora es ser testigo de cómo un alumno capta un concepto por primera vez. Siento satisfacción al ver a los alumnos progresar académica y socialmente durante el curso escolar, dominando habilidades esenciales que les prepararán para el futuro.

Tengo un sentimiento de pertenencia. Estoy rodeada de colegas inspiradores que me motivan a ser mejor profesora cada día. Compartimos nuestros conocimientos, las mejores prácticas, los ánimos y forjamos amistades que hacen que el lugar de trabajo sea agradable y gratificante.

Me encantan los retos de la enseñanza. Nunca tengo un momento aburrido en mi aula de jardín de infancia. He aprendido a ser flexible, a mantener el sentido del humor, a ser paciente y a perseverar a través de los retos diarios que supone enseñar a niños pequeños. He desarrollado una mentalidad orientada al crecimiento que me motiva a afrontar cualquier obstáculo que se me presente.

Soy un mentor. Mis alumnos me buscan para que les guíe. Me escuchan mientras les enseño cómo tratar a los demás y a sí mismos. Les enseño a dar lo mejor de sí mismos y a ir más allá de lo que se espera. A menudo cometo errores y los aprovecho como oportunidades para enseñar a mis alumnos que el fracaso y el éxito van de la mano.

Recibo amor puro e incondicional de mis alumnos. Siento que soy importante en la vida de mis alumnos. Sé que estoy haciendo una contribución positiva y recibo la mejor paga cada día cuando entran en mi aula: felices y deseosos de aprender.

Shauna Sprunger
  • Coordinador de Comunicaciones
  • Shauna Sprunger
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