24 de octubre de 2018 /
Shauna Sprunger /
NoticiasLa protagonista de esta semana es Lisa Roundy, maestra de jardín de infancia en la escuela primaria Spring Creek. Lisa está en su vigésimo año de enseñanza. Lisa espera marcar la diferencia en la vida de los niños a través del amor. He aquí lo que Lisa escribió sobre sus razones para enseñar:
Parece que a los profesores se les pregunta por qué se dedicaron a la profesión docente y qué es lo que les hace volver día tras día. Probablemente haya tantas respuestas diferentes a esta pregunta como profesores. Cuando me preguntan por qué enseño se me pasan muchas razones por la cabeza. A medida que he reflexionado sobre las razones por las que enseño, creo que todo se reduce al hecho de que me importan los niños y el futuro. Cada una de las razones por las que enseño tiene el cuidado en sus raíces.
Realmente quiero que cada niño se sienta valorado, escuchado y capaz. Cada día tengo innumerables oportunidades de influir en la vida de los preciosos niños que se han confiado a mi cuidado. Es en los pequeños momentos de cada día cuando soy capaz de demostrar a mis alumnos que me importan. Las relaciones que establezco con mis alumnos son muy importantes para mí. ¿Cuántos otros pueden decir que reciben obras de arte hechas a mano, ramos de dientes de león y abrazos en el trabajo? Estos pequeños gestos me arrancan una sonrisa y me ayudan a recordar lo que es realmente importante. Cada día estoy rodeada de amor y es un honor poder enseñar a los alumnos y amarlos mientras están a mi cargo. (El ensayo continúa debajo del vídeo.)
Enseño por los momentos "ajá". Es lo mejor del mundo ser testigo de cómo se ilumina la cara de un alumno al darse cuenta de que ahora entiende, y puede hacer, algo nuevo que antes era un reto para él. Poder formar parte de estos momentos es asombroso. Me llena de alegría y hace que los momentos difíciles merezcan la pena. Creo de verdad en el potencial de cada niño. Me encanta poder tener una influencia tan positiva en el futuro mientras ayudo a los niños a confiar en sí mismos y en su capacidad para lograr cosas difíciles.
También tengo la suerte de poder celebrar los grandes y pequeños logros de mis alumnos a lo largo del día y del año escolar. Me siento muy orgullosa de su duro trabajo y de su crecimiento a medida que transcurre el año. Juntos estamos sentando las bases de sus éxitos futuros. No sólo tengo la oportunidad de inspirar a mis alumnos para que se conviertan en lo mejor de sí mismos, sino que también les ayudo a desarrollar las herramientas que necesitan para tener éxito.
La enseñanza es un trabajo profundamente desafiante y gratificante. Es algo que me apasiona. No puedo pensar en ninguna otra profesión que sea tan gratificante como la enseñanza.
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