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Chelsea Cellar, profesora de Arte de la Escuela Secundaria Dixon, retó a sus alumnos de arte 3D a plegar 1.000 grullas de origami antes de final de año y enviarlas al Monumento a la Paz de Hiroshima, en Japón.

Para iniciar el proyecto, la clase aprendió todo sobre la cultura japonesa y la historia que hay detrás de la Segunda Guerra Mundial. Mientras los alumnos se sumergían en el material, conocieron una antigua leyenda japonesa: la leyenda de las mil grullas de papel. Similar a la idea de pedir un deseo a una estrella fugaz, la leyenda promete un deseo concedido a quien doble 1.000 grullas (llamadas senbazuru). 

Tras conocer los acontecimientos generales de la Segunda Guerra Mundial, Cellar contó a sus alumnos la historia de Sadako Sasaki, una niña que sólo tenía 2 años cuando se lanzó la primera bomba atómica sobre Hiroshima, Japón. Aunque sobrevivió a la explosión, Sadako desarrolló leucemia cuando tenía 12 años debido a la radiación de la bomba. 

Durante su hospitalización, Sadako se enteró de la leyenda de las mil grullas de papel. Empezó a doblar con ahínco todos los trozos de papel que encontraba para intentar llegar a las 1.000, con el deseo de recuperarse y volver a casa con su familia.

Sadako acabó plegando más de 1.300 grullas antes de morir en octubre de 1955 a la edad de 12 años.

Su determinación para seguir plegándose mientras sucumbía a la enfermedad es realmente inspiradora y esperanzadora. Ahora, el mensaje inmortalizado en el Monumento a la Paz de Hiroshima, en Japón, representa el último deseo de Sadako: que el mundo nunca vea caer una tercera bomba atómica.

"Cuando visité Japón en 2019, me conmovió el Memorial y la estatua que conmemora a Sadako y a todos los niños que perdieron la vida a causa de las bombas", compartió Cellar, "Allí hay vitrinas donde los senbazuru son donados por personas de todo Japón y del mundo".

Los alumnos de Arte 3D de Dixon alcanzaron su objetivo de 1.000 grullas y están trabajando para enviarlas a Japón y donarlas al Memorial de la Paz. Al igual que Sadako, los alumnos del segundo semestre de Cellar se han marcado un nuevo objetivo de otras 1.000 con el deseo de que las víctimas del COVID-19 tengan una pronta recuperación.

Shauna Sprunger
  • Coordinador de Comunicaciones
  • Shauna Sprunger
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