Alison Van Orden, profesora de inglés en el instituto Timpview, ha inspirado a muchas personas en sus veintiocho años de docencia para que disfruten del inglés y de la escuela en general. Desde tercer grado, Van Orden ha estado interesada en la educación; dice que le encanta leer y establecer conexiones genuinas en lo académico. "Más allá del aspecto docente, me apasionan las personas, los libros y la escritura".
Ajena a Provo, Alison Van Orden comenzó su escolarización como una Red Devil de Springville. Creció con un temprano amor por lo académico. Autoproclamada "empollona escolar" desde muy joven, Alison creó una biblioteca en casa, incorporando catálogos de tarjetas y etiquetando sus libros. Esos intereses florecieron en un deseo de enseñar. "Desde tercer curso quise ser profesora de inglés, siempre fue algo que me encantó".
Pero la enseñanza no era algo natural para Alison. Van Orden asistió a la Universidad Brigham Young nada más salir del instituto y empezó a enseñar en Timpview a los veintidós años. Tras conseguir un puesto de profesora a una edad temprana, tuvo que aprender los altibajos de la enseñanza a base de ensayo y error y, a su vez, aprender a practicar la empatía para convertirse en una mejor profesora.
"Tuve que crecer como persona y darme cuenta de que tengo que preocuparme por cosas en un aula que a alguien no le importarían de forma natural. Aprendí a pensar en la vida personal de mis alumnos y a tratar de entender por lo que pasan los estudiantes fuera de la escuela."
Cuando se le preguntó cómo había influido la educación en sus decisiones cotidianas, Van Orden dijo que se había "dado cuenta de lo mucho que tiene que lidiar la gente y aprendido a respetar los deseos de los estudiantes de aprender y hacer el bien, a pesar de lo dura que es la vida".
Van Orden adoptó la capacidad de leer y comprender a los alumnos a través de la enseñanza intuitiva. Con los años que Van Orden lleva enseñando en Timpview, ha aprendido a ser una persona más empática. "Ver el valor y las luchas de los alumnos me ha cambiado y me ha convertido en una profesora más inteligente. Un buen profesor tiene que desmenuzar las cosas complejas y, sobre todo, comprender la importancia de ser apasionado."
Los alumnos pueden salir de su clase aprendiendo que el inglés es algo más que una asignatura, con la esperanza de recibir "un amor por las palabras, las ideas y la vida".
"Quiero que los alumnos recuerden que leer es divertido. Escribir es divertido, creativo y expresivo, y no es una fórmula. No es una tarea; es algo que hacemos que significa algo y que significa algo para otras personas. La lectura es una experiencia en la que podemos leer y compartir experiencias".
Cuando se le preguntó por qué enseña, Van Orden ofreció una respuesta que habla al corazón y al alma de todo profesor.
"No hay nada mejor que enseñar. Influyes en la vida y el futuro de las personas y descubres lo que son capaces de hacer. Hay tanto bien y alegría por ser un buen profesor. La enseñanza es un gran lugar para estar si te importa ayudar a la gente y te apasiona aprender."
Este artículo ha sido escrito por Sanjay Moorthy, becario de comunicación.